Todas las ciudades de Grecia de alguna importancia tenían su gimnasio situado a las afueras y junto a algún bosque por lo general. Atenas poseía el Academia, el Liceo, el Ginosargo (femenino), el Polimaidón (niños) y el Diogimión (niños).
Las dependencias del gimnasio constaban de:
- El Efebión (sala de Efebos).
- El Apoditerión (sala de entrenamiento para la lucha).
- El Coriceo (sala para juegos de pelota).
- El Coinstra (sala de arenas fina importada de Egipto, mezclada con aceite y materia grasa que se utilizaba como masaje corporal).
Los gimnasios de la antigüedad griega pronto se transformaron en más que espacios donde se realizaba ejercicio. Este desarrollo se dio por la estrecha relación que los griegos establecían entre el atletismo, la educación y la salud. El entrenamiento físico y la conservación de la salud y la fuerza eran partes sustanciales de la educación de los infantes. Salvo el tiempo dedicado a las letras y la música, la instrucción de los niños se daba mayormente en el gimnasio, donde también se les inculcaban bases de moral y ética. Los filósofos y los sofistas frecuentemente sostenían discusiones y realizaban lecturas de discursos en estos recintos.