Tips para personas que viajan mucho y necesitan mantener una Rutina Física

20.07.2009 19:26

Tips para personas que viajan mucho y necesitan mantener una rutina física durante los viajes

Entrenamiento Express. Ejecutivos y Empresarios en busca de una mejor calidad de Vida.

 

En primer término, les sugiero que disfruten siempre de lo que hacen. Que busquen un equilibrio moderado y razonable, entre su salud física y la estética corporal, considerando lo que decía y promulgaba BUDA, que por algo comparto su ideología, valga de paso decir: ¨La mente domina al cuerpo, y es éste último el tronco que sostiene a la misma¨. Por lo tanto “Todo es exitoso, en la medida que nuestra mente lo asimile como tal” y por ende, en principio, debemos estar convencidos que sirve lo que hacemos, ya sea el entrenamiento, lo que comemos en cuanto a la calidad nutricional, nuestro trabajo, nuestras elecciones de vida, o cualquier otra cosa que nos propongamos hacer.

 

En lo que hace a la parte física específicamente, cuando un alumno viaja, es importante planificar el entrenamiento a realizar. En este marco, tenemos en cuenta el tipo de hoteles en los que se hospedan, en base a la existencia o no de gimnasios en los mismos, o bien que se elija otro centro específico con tal fin. Como dije, es importante tener bien definida en forma preestablecida y planificada en forma individual, una rutina de trabajo, y tratar que el alumno la siga al pie de la letra.

 

Cuando me refiero a rutina, pensamos en trabajos básicos, como por ejemplo, llevar a cabo ejercicios aeróbicos, por intervalos de una hora promedio, ya sea en cinta, bicicleta, remo, escaladores, u otros, realizándolos en forma intercalada cada uno de ellos, según el caso. Lo ideal sería quemar un promedio de 600 a 800 calorías por entrenamiento. Sí, es posible, si te lo propones y tenés un método de trabajo como el que planteo.

 

Los alumnos deberán conocer de antemano las etapas básicas de cada entrenamiento. Es tan simple como levantarse a la mañana cuando suena el despertador. Se comienza con estiramientos iniciales, entradas en calor, ejercicios aeróbicos con incrementos de esfuerzos paulatinos, luego ejercicios localizados básicos de los principales grupos musculares, con cargas o pesitas, o bien en colchonetas, haciendo abdominales, y trabajos de fuerza de los grupos musculares mayores, como ser los de la espalda, pecho, brazos y piernas

 

Fundamental es la hidratación en cada encuentro, ya sea cuando entrenan con el profesor o cuando entrenan solos en sus viajes. Cada cual sigue como sugerencia, el hecho de ingerir grandes cantidades diarias de agua, o infusiones no alcohólicas ni gaseosas en lo posible. Entre 3 y 4 litros de agua por día, evita deshidrataciones, calambres, u otros trastornos, y es una sana manera de limpiar nuestro organismo. Asimismo, otras bebidas como las energéticas, son recomendables durante y después de los entrenamientos.

 

Cuando no se cuenta con gimnasios en los hoteles, tratamos de igual forma saber dónde está la plaza más cercana, por ejemplo: luego de la jornada laboral y antes de la ducha para cenar, sugiero practicar una rutina de alto y eficaz rendimiento. Asimismo, les sugiero que al inicio del día realicen lo mínimo e indispensable, ya sea caminar, trotes largos o cortos, o bien las llamadas “pasadas aeróbicas”. Siempre acompañadas de abdominales. Y trabajos de movilidad articular básicos. ¿Abdominales? Sí, es ideal hacerlos, aunque sea unas 100 contracciones diarias, del músculo o los músculos por bien llamarlos (superiores, inferiores y oblicuos), más difíciles de trabajar y conservar en estado.

 

La indumentaria debe ser lo más cómoda posible. Sin perjuicio de ello, depende de la época del año que se trate y de cada persona: Hay algunos que les gusta abrigarse más de lo normal, y siempre les sugiero considerar el tema deshidratación al respecto.

 

Opino que uno debe mantener entrenamientos cuan mínimo de 3 o 4 veces por semana,como para poder apreciar resultados positivos en poco tiempo. De ahí, que cuando se viaja, no se debe interrumpir la planificación, y sí, adaptarla al lugar que estemos.

 

Las rutinas deben ser planificadas, monitoreadas, y modificadas periódicamente a efectos que sean efectivas, buscando estimular al alumno, evitar aburrimiento de los mismos, y lo que se conoce que los músculos entren en una meseta. Hay que permanente estimular a la persona y a su cuerpo para que éste responda. Pareciera, que los músculos de lo contrario, se acostumbran a los niveles de exigencia.

 

Considero importantísimo, el buen vínculo del alumno con su entrenador. Ese vínculo es primordial para que uno sienta que no sólo hace las cosas para uno, y por uno mismo, sino además que se siguen determinados parámetros. No se está improvisando sobre el tema.

 

Es un error creer que las rutinas son como usualmente las vemos en los gimnasios, universales. No existen las dietas universales, no existen las rutinas universales. Habrán escuchado alguna vez esta frase: “Has 3 series de 10...”, o algo parecido. Como si todos los cuerpos fueran iguales. Algunos podrán hacer 1 de 10, y otros 5 de 30, es tan solo un ejemplo. Hay que diferenciar con quién y para quién trabajamos, y qué necesitan nuestros alumnos, ¿Bajar de peso?, ¿Adquirir mayor resistencia?, ¿Verse mejor?, ¿Correr maratones?;¿Aprender a defenderse?, ¿Que los escuchen mientras entrenan?, ¿Relacionarse desde otra óptica?, ¿Otros objetivos?, ¿O bien una mezcla de todo un poco?

 

Ampliando lo antedicho, se me ocurre como ejemplo el más común y es que los oficinistas entre 30 y 50 años, dicen o se engañan que hacen deportes o actividades físicas, yendo los viernes “únicamente”, a jugar al fútbol, paddle u otros, exponiendo a altas probabilidades de lesiones físicas visibles (en rodillas por ejemplo), u ocultas (por ejemplo en el caso de las cardíacas).

 

Así como hay especialidades como los psicoanalistas, médicos, nutricionistas, dietólogos, deportólogos, hay profesores de gimnasia, hay entrenadores personales, y estos últimos deben actuar en forma “interdisciplinaria y coordinada”, las veces que ello sea necesario, para ser verdaderos profesionales.

 

Respecto a la alimentación, simplemente creo que un buen deportista debe comer moderadamente de todo, en cantidades adecuadas, de acuerdo al sexo, su edad, al nivel de entrenamiento que realicen, el peso corporal y contextura que posean. Así algunos alumnos son personas que presentan entre 75 y 90 kilos de peso corporal, seguramente no van a recibir las mismas recomendaciones que a las mujeres de 50 kilos promedio de peso.

 

La clave del éxito de un entrenamiento, está en dosificar eficientemente el nivel necesario de descanso, el grado de entrenamiento y la alimentación adecuada. Estos tres elementos son los pilares de una planificación que lleva a buen puerto.

 

A través del fitness, se pueden vencer típicos casos de stress, vivir de avión en avión y otros.

 

Hay que preocuparse por conservar una buena dosis de energía, y esto se logra comiendo bien y descansando correctamente las horas necesarias ¿Es difícil? Sí, pero es posible si uno se lo propone.

 

Hay que comer de todo. Elegir con mayor frecuencia los vegetales, cereales durante el día y lácteos, carnes blancas y rojas magras en forma nocturna.

La mejor alimentación no es sinónimo de menos alimentación. Es conveniente comer incluso varias veces en el día.

 

Es imprescindible tomar mucha cantidad de agua para limpiar el cuerpo de impurezas, a través de los riñones. Cabe tener en cuenta que en la práctica de deportes se libera mucho líquido que más tarde es necesario recuperar.

 

Es necesario realizar otro tipo de actividades que despejen la mente. Aunque parezca gracioso, la lectura de determinados títulos relacionados con la actividad física, hacen tomar conciencia y educan al respecto.

 

Generalmente, es probable tener a disposición en el hotel, todo tipo de comidas. Es aconsejable no tentarse con todas ellas, sino saber elegir los horarios y dosificar las cantidades y calidades de alimentos a ingerir.

 

Es importante respetar la ingesta de todas las comidas del día.

Para el caso de los ejecutivos y empresarios que por razones de reuniones, no se respetan los horarios típicamente o usualmente conocidos, son muy importantes las cantidades y el tipo de “cosas” que ingerimos. Y digo “cosas”, porque generalmente esas comidas suelen ingerirse gran cantidad de grasas, y dulces.

 

En cuanto a la situación de estrés o acumulación nerviosa, se recomienda adaptar las comidas a estos estados. Los cítricos, la vitamina C, son fundamentales en estos casos. Las legumbres, arroz integral y cereales que favorecen el tránsito intestinal y nos ayudan a sentirnos bien.

 

Son muchas las dietas que se han publicado, en pos de mitigar los efectos del estrés, pero entiendo que para ser serios en el tema, el conocimiento de cada individuo es un comportamiento a seguir, no considero que haya ni entrenamientos universales, ni dietas universales, como dije oportunamente. Las cosas cuanto más personalizadas y a medida se hacen, son más efectivas y serias.

 

En cuanto a los seres adictos al trabajo, suelen ser muy productivos pero descuidan o demoran la dedicación personal, a ellos mismos… Como si la cabeza, y el cuerpo fueran dos cosas separables, y no necesitaran trabajar en armonía permanentemente. Estoy convencido, que aunque tarde, se dan cuenta de ese abandono: casos de obesidad, de pérdida prematura del cabello, textura de la piel, vicios como el alcohol y el tabaco.

 

La práctica de ejercicios en forma periódica, es lo más eficaz contra el estrés. Hay que tomarlo como hábito, y como tales hay que educarnos, y acostumbrarnos a determinadas rutinas, no como si fuéramos robots, pero sí el principio de Planificación de las cosas, y no hacerlas porque sí, como generalmente se hacen. Por eso promulgo que las cosas hay que hacerlas o no hacerlas. Es una decisión personal. Pero para hacerlas, hay que hacerlas de una sola forma y es hacerlas BIEN.

 

Hay que buscar disminuir por todos lados, los efectos negativos del estrés, que muchas veces ataca a nuestra sociedad actual, por diversos factores:

o          La reducción del estrés supone inmediatamente beneficios para nuestra salud.

o          El hacer deportes, nos quita las ganas o el tiempo que algunos equivocadamente le prestan a ciertos hábitos como fumar o beber alcohol, u otras cosas peores.

o          Se disminuyen los niveles de ansiedad y depresión, responsables de muchos problemas y enfermedades psicosomáticas.

o          Se reduce el riesgo de padecer patologías cardiovasculares o enfermedades crónicas, muy comunes como enfermedades laborales de presiones continuas, por la carrera interminable de ser exitosos, de superarnos, olvidándonos a veces, de los daños silenciosos que a veces ello genera.

o          Por eso es bueno el contacto, cuan mínimo que sea, con el aire libre. Si hace frío, no importa, nos abrigamos y tomamos los recaudos pertinentes. Repito, el cuerpo obedece a nuestras mentes.

Las prácticas de ejercicio, nos permiten controlar mejor al estrés, la frecuencia cardíaca elevada, la tensión neuromuscular, secreción de adrenalina, y otros elementos que nos hacen sentirnos más fuertes y vitales.