El calor y la humedad mejoran la circulación sanguínea. Se fuerza el riñón y hace que este órgano funcione un poco mejor, lo que resulta beneficioso porque hace que mejore la filtración y se reponga el equilibrio electrolítico.

El calor y la humedad mejoran la circulación sanguínea. Se fuerza el riñón y hace que este órgano funcione un poco mejor, lo que resulta beneficioso porque hace que mejore la filtración y se reponga el equilibrio electrolítico.