DEPORTES Y JUEGOS EN LA ÉPOCA COLONIAL EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN.

16.07.2009 13:04

DURANTE LA ÉPOCA COLONIAL, ENTRE LOS MAYAS, EL ARCO Y LA FLECHA FUERON  SUSTITUIDOS  POR LA BALLESTA ESPAÑOLA, LA LANZA  DE MADERA CON PUNTA DE PIEDRA FUE SUPLANTADA  POR LA LANZA METÁLICA CON PUNTA DE ACERO. LOS PROTECTORES CORPORALES MAYAS DE ALGODÓN, CUERO, MADERA, FUERON SUSTITUIDOS POR LAS ARMADURAS COMPLETAS.

 

 LOS PUEBLOS NATIVOS DE AMÉRICA FUERON BUENOS NAVEGANTES Y LLEGARON A FABRICAR NAVES LIGERAS QUE PODÍAN LLEVAR MUCHA GENTE, BUENOS REMEROS Y CANOEROS.

 

 El  uso de las armas era exclusivo de los invasores hispanos, de tal manera que no pudieron ser deporte ni el lanzamiento de lanza, o el tiro de ballesta o mucho menos el uso de las primeras armas de fuego.

PUNTA DE LANZA ACERADA EUROPEA DE LA EDAD MEDIA.

El primer deporte registrado en la historia para la región Peninsular del País Maya, introducido por los españoles en el siglo XVI fue la charrería. El Obispo Fray Diego de Landa y en especial el veterano capitán Bernal Díaz del Castillo describen este hecho, el primero en su obra Relación de las Cosas de Yucatán, y el segundo en su libro Verdadera Historia de la Conquista de la Nueva España.

 

 LA NATACIÓN, LA NAVEGACIÓN, EL BUCEO, HAN SIDO ACTIVIDADES DEL SER HUMANOS EN MUCHAS CULTURAS.  LOS MAYAS FUERON  EXPERTOS MARINOS Y NAVEGANTES MERCADERES, QUE A GOLPE DE REMO ELABORARON UNA COMPLEJA RED DE COMERCIO.

 

 

 

Se señala que cerca del actual Cabo Catoche, cerca de Cancún,  se realizó la primera charreada o fiesta de la charrería, con carreras de caballos, suertes, acrobacias, como un espectáculo brindado a los Mayas de la región, quienes admirados por su desconocimiento del caballo pasaron del asombro a la risa, como refieren los Cronistas Españoles, cuando uno de los capitanes alaradeando de su habilidad se cayo del caballo entre las carcajadas de los Mayas. Fueron los únicos que no vieron a los españoles como Dioses y a los caballos como parte de ellos, como los Aztecas. Los Mayas tuvieron harto para darse cuenta que eran simples mortales comunes y corrientes sin dones extraordinarios. Habían matado a un capitán hispano de un flechazo y ahora otro se caía de su caballo.

 LOS PIRATAS INGLESES, FRANCESES, HOLANDESES QUE PULULARON POR LAS TIERRAS MAYAS, POR EL CARIBE,  INTRODUJERON A TRAVÉS DEL CONTRABANDO ALGUNOS JUEGOS PROHIBIDOS QUE ESTUVIERON SEVERAMENTE PROHIBIDOS POR EL REINO ESPAÑOL, COMO LOS DADOS Y LOS NAIPES.

Muchos juegos de origen asiático y europeo se introdujeron durante la Conquista y Colonia de América; algunos juegos de origen árabe e hindú.  La mayoría de los juegos durante la Colonia y principios del Periodo del México Independiente fueron más bien prácticas militares o antiguas técnicas de caza, pesca, transporte, que llegaron a convertirse en deportes.

 Durante esa etapa nacieron en México algunas de las tradiciones como las corridas de toros (venida de España) y las carreras de caballos y la charrería como competencia, ya que el trabajo del campo requería desarrollar bien el manejo de cuerdas, lazar, domar y jinetear animales y otros ejercicios de monta además de amansar con la reata. Seguramente llegaron también desde Europa, algunos juegos de pelota ya que los juegos indígenas estaban prohibidos (ulama o "tlachtli", o "pok-ta-pok" entre los mayas) pero no es una época en la que se destaquen los deportes como los entendemos ahora.
 

Se ha descubierto que desde la época precolombina existían en el territorio de América distintas prácticas deportivas, estrechamente ligadas a los oficios religiosos unas; otras más unidas a las condiciones materiales de vida y a las exigencias de destreza física que ellas imponían al hombre, entre que las que la caza y las prácticas guerreras resultaban las más importantes.

El pokyah y el tlachtli aztecas, el baggataway de las tribus meridionales del actual Canadá, también jugado por los iroqueses y cherokes norteamericanos, el gomahcari de los taramaras mexicanos, la balsería hasta hoy practicada por tribus panameñas, el Pali-Kuden y el loncotun araucanos, la Cha-Huasiña del imperio incaico, constituyen algunas de las más importantes expresiones deportivas de los indígenas, que en ciertos casos, influyeron sobre los juegos de las civilizaciones conquistadoras.

 



Uno de los más conocidos por haber continuado jugándose en una versión moderna en México hasta la actualidad, es el tlatchtlí, consistente en un juego de pelota practicado por las antiguas civilizaciones precolombinas en la zona de México.

En sus orígenes era cruento, pero con el tiempo fue evolucionando, y se convirtió en un deporte lúdico de equipos que se enfrentan. En la antigüedad (se supone que se comenzó a practicar alrededor del 3.500 antes de Cristo) se realizaba con un sentido ritual y religioso y los perdedores eran decapitados, pues el juego servía para conocer el designio de los dioses.

La denominación de este juego varía de acuerdo con la lengua aborigen que lo nombra: en nahuatl es tlachtli; en zapoteca es teladzi y en maya es pok-ta-pok. Los campos de juego se construían cercanos a los templos, y los arqueólogos han investigado construcciones de campos de juego ya en el 1500 antes de Cristo. Uno de los más importantes y conservado es el que construyeron los mayas en Chichén-Itzá. Consistía en una superficie rectangular limitada por muros verticales, y en el centro los jugadores colocaban un aro de piedra por el que se intentaba introducir la pelota. Ésta se fabricaba de goma o látex que extraían de distintos árboles, y era de unos 12 centímetros de diámetro.

Los equipos -según grabados encontrados- variaban entre dos, cuatro, cinco o seis integrantes. A veces lucían atavíos majestuosos, Otras veces usaban taparrabos, con cinturones de cuero, y protectores en las piernas. Quien lograba introducir la pelota por el anillo central, ganaba inmediatamente el juego. Pero a la vez se puntuaba por los toques y rebotes de la pelota en las partes no autorizadas del cuerpo del adversario, por lo que se debían proteger muslos, caderas, rodillas. Se jugaba usando un guante.

El juego fue prohibido por los conquistadores españoles porque exaltaba las divinidades indígenas.

En la época colonial en la ciudad los niños jugaban en juegos colectivos (gallo ciego,etc.)
Los juegos verdaderamente oficiales, ya que no se pueden llamar nacionales, eran el de la pelota.
Los estudiantes en el colegio, luego, tuvieron un patio adecuado para este ejercicio, al cual llamaron "cancha de pelotas". Luego, vino el volatín, de diversas formas y algunos gigantes y se jugaba también en canchas, lugares donde igualmente se saltaba a la cuerda.
El deporte nacional de los mexicanos es la charrería. Este deporte es derivado de las faenas de los caporales en las haciendas ganaderas. Su origen data de la época colonial, y se atribuye a Maximiliano de Habsburgo, segundo emperador de México, la creación del traje de charro en su forma definitiva. La práctica de la charrería está limitada a un sector muy pequeño de la población, debido al elevado costo de la manutención del caballo y de los aperos necesarios (indumentaria, accesorios).